Impulsar la alfabetización financiera
- Karina Rasic
- 29 ago 2023
- 4 Min. de lectura

Siempre me llamó la atención cuán lejos llegó mi padre desde que se bajó de un barco que venía de Italia en el puerto de Buenos Aires en 1958. Lo primero que vio fueron unas naranjas en unos contenedores al costado de la escalera cuando bajaba desde la proa del barco al muelle. Nunca había comido una porque era algo inaccesible en el medio de las montañas de Croacia en la posguerra. Lo poco que había tenido diferente al resto de los niños se lo mandaba su padre, al que no conocía aún, desde Argentina. Claramente las personas que viven en la pobreza tienen una concepción del riesgo y del ahorro distinta al niño que nació en la casa de un empresario exitoso. Mi padre tuvo que aprender desde chico a cuidar de la comida y del dinero. Esto no quiere decir que si uno proviene de un entorno humilde va a saber cuidar mejor del dinero o va a ser un empresario exitoso, pero sin dudas estas experiencias brindan un aprendizaje único.
En cambio, en mi caso, yo creci con muchos beneficios. Mis padres me dieron todo lo necesario para capacitarme y enfrentarme con el mundo. Desde que tengo uso de razón aprendí lo que era la inflación, y como todo argentino, soy una experta en lidiar con ella. Tuve la oportunidad de vivir en otros países donde las personas se asustaban cuando habia un 3% de inflación, cuando en mi país ha habido mas de 1000% de inflación y era un tema recurrente en casa. No era motivo de preocupación.
Todas las experiencias personales con el dinero son importantes para desarrollarse en la vida. Sin embargo, nos falta aún mucha educación financiera. Estoy convencida que en los países sub desarrollados la relación que tenemos con el dinero nos ha impedido el buen desarrollo de nuestras economías.
En el libro "La psicologia del dinero" de Morgan Housel, cuentan el caso de Ronald Read, que trabajó 25 años en una gasolinera y cuando murió tenia ahorrados u$ 8 millones de dólares. En ese año murieron casi tres millones de personas, y solo 4000 habían ahorrado más de u$ 8 millones de dólares. Esto demuestra que aun sin conocimientos una persona puede intuitivamente tener una conducta y lograr ahorrar mucho dinero, sin embargo me pregunto cuanto más dinero podría haber ahorrado Ronald si hubiera tenido educación financiera desde pequeño.
La empresa Go Henry y Wilson Wright, junto con el CBI Economics de Inglaterra, realizaron un estudio donde demuestran claramente que si un niño se capacita en el primario y se le enseña a ahorrar y a invertir, en la adolescencia mejora sus decisiones de ahorro e inversión, hay más posibilidades de que comience su propio negocio o que trabaje como profesional ganando un salario superior a la media. Pero eso no es todo, porque el saber manejar el dinero, reduce el stress y mejora su salud, reduciendo los costos para el estado. La educación financiera en los niños reduce también drásticamente la tasa de crímenes que se cometen. Pero lo que es más importante, aumenta la productividad de los futuros trabajadores y por ende aumenta la recaudación de impuestos.
El informe dice también que recientemente se han hecho otros dos estudios. El primero ayuda a cuantificar los perjuicios que le genera al Reino Unido la falta de conocimientos de matemática de los adultos, que son la base de las finanzas. Este trabajo proyecta un costo para el Reino Unido de £20.000 millones de libras por año de perdidas por falta de productividad. El segundo estudio demuestra que, si se prioriza la educación financiera desde una temprana edad, la productividad de los adultos podría ascender a £7.000 millones por año alcanzando £202.000 millones de esterlinas para el año 2050, creando así 123.000 nuevos trabajos por año.
Hay cuatro factores claves a la hora de educar a los niños en finanzas. La primera es la personalidad del niño y su iniciativa para aprender acerca del valor del dinero. La segunda es la educación de los padres ya que los niños imitan sus comportamientos. La tercera es la escuela. La Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) sugiere que la educación financiera comience tan pronto como sea posible, y eso es alrededor de los siete años. También es importante el rol de las regulaciones y las empresas, particularmente las que desarrollan productos Fintech para niños.
En otro informe realizado por Junior Achievement, con la colaboración de CEPE Di Tella y BBVA, realizado a una muestra de adolescentes argentinos de diferente clases sociales, vemos que casi 10 millones de argentinos están fuera del sistema financiero, y que los que están en el sistema carecen de suficiente conocimiento para interactuar con los productos y servicios financieros. Al complejizarse los productos, se necesitan más conocimientos financieros de los cuales la mayoría de la población carece. Sin embargo, el estudio muestra que más del 70% de los jóvenes encuestados ahorran dinero y que más del 50% usan una billetera digital. Aun con todas estas posibilidades, el medio que más usan para pagar es el efectivo.
Respecto de la autonomía y confianza a la hora de manejar el dinero, más del 55% de los jóvenes se siente con conocimientos para manejar el dinero, pero sugieren que podría manejarlo mejor. Esto muestra que aún hay un camino para recorrer en la alfabetización de los niños en la escuela. Solo el 35% participa en la discusión del presupuesto del hogar con sus padres. Entre los conceptos menos conocidos estaba el tipo de cambio, para lo cual se les pregunto que creían que era, y lo contestaron mejor aquellos adolescentes que pertenecían a la clase alta. Muchos jóvenes manifestaron su preocupación por no tener los suficientes conocimientos financieros para desarrollarse profesionalmente y pagar sus gastos cuando se independicen. Así mismo 7 de 10 demandaron más educación financiera en los colegios.
Fuentes:
"The Psychology of Money", Morgan Housel
"Los adolescentes y las finanzas", Noviembre 2022, Junior Achievement
"Paving the way to financial wellbeing", March 2022, CBI Economics
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